EL MADRID DE LOS PRIMEROS BORBONES
La dinastía borbónica comienza con el reinado de Felipe V, nieto Luis XIV, sucediendo a la casa de Austria tras la muerte
del último rey perteneciente a ésta sin herederos, Carlos III en 1701.
A los pocos años de iniciar su reinado, en 1734, se produce el incendio del
Alcázar el gran símbolo de poder de la dinastía de los Austrias, y también se
pierden joyas y obras de arte. Dos años después se inicia la construcción del
nuevo Palacio Real.
Madrid en este momento era una ciudad sucia, polvorienta y sin organización
o servicios urbanos como el alcantarillado o adoquinado de las calles. Tampoco
disponía de avenidas amplias y rectilíneas.
En 1720 el Marqués de Vadillo, corregidor de la ciudad, pide asesoramiento
a Pedro Rivera para llevar a cabo un proyecto de mejoras y modernización en la
ciudad. Ribera construye el puente de Toledo, solucionando los problemas que
existían desde mediados del siglo anterior ya que los puentes provisionales de
madera los destruía las fuertes corrientes del Manzanares; es un puente muy
largo ya que abarcaba la ancha vaguada del río. El puente posee arcos de medio
punto, miradores, fuentecillas y se dispusieron dos capillas dedicadas a Santa
María de la Cabeza y a San Isidro.
También planifica la orilla del Manzanares donde construye la iglesia de la
Virgen del Puerto, diseña el Hospicio de San Fernando ya bajo el reinado de
Fernando VI. Las tareas de embellecimiento continúan con la construcción de las
academias de Lengua, Historia y Medicina, se funda la Biblioteca Nacional y la
Fábrica de Tapices además de iglesias y palacios.
A Felipe V le sucede Fernando VI que contrae matrimonio con la portuguesa
Bárbara de Braganza quién, en colaboración con el Marqués de la Ensenada se
prosigue con las mejoras de la villa, pero de una forma más pausada, se colocan
los primeros faroles particulares en las puertas de las viviendas y se conforma
el barrio de las Salesas Reales.
Carlos III accede al trono el 11 de septiembre de 1759 llegado de Nápoles
tras la muerte de Fernando VI que fue incapaz de sobreponerse a la muerte de su
esposa. Carlos III fue denominado como el mejor alcalde de la ciudad, pero a
pesar de esto su llegada no fue demasiado tranquila debido a que al poco tiempo
tuvo que cesar a Esquilache, su primer ministro ante las protestas del pueblo
que no estaba dispuesto a permitir que se acortaran las capas y se prohibieran
los sombreros de ala ancha.
Su interés por modernizar el país se refleja en Madrid donde crea una red
de alcantarillado, iluminación pública y pavimenta las calles, para estos
proyectos su arquitecto fue Sabatini.
Hizo que no se tiraran las basuras a la calle, sino que se guardaran en
cubos hasta que las retiraran los basureros; obligó a poner canalones en las
casas para evitar que el agua escurriese directamente a las calles e hizo
construir pozos para las aguas fecales y sumideros para las aguas de cocina y
aseo.
Se colocan un gran número de faroles den plazas, calles y paseos y se
prohíbe el uso de armas blancas bajo pena de seis años de presidio a los nobles
y de seis años de trabajo a plebeyos.
Bajo el reinado de Carlos III se construyen algunos de los monumentos más emblemáticos
de la ciudad en la actualidad como son: la Cibeles, Neptuno o la Puerta de
Alcalá.
En el ámbito científico construye el Observatorio Astronómico, se crea el
Jardín Botánico, el Museo de Ciencias Naturales (actual Museo del Prado) y el
Hospital Real. También se crea en diciembre 1763 un sistema de lotería.
En 1788, un año antes de que comience la Revolución Francesa fallece en
Madrid, Carlos IV será el heredero que ya tendrá más de 40 años cuando alcance
el poder. Durante este período Madrid vivió una de sus peores épocas. En agosto
de 1791 un incendio destruyó casi por
completo la Plaza Mayor y la cercana iglesia de S. Miguel; la reconstrucción de
Plaza la realizó Juan de Villanueva.
Fuentes
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