Evolución demográfica de Barcelona en la Edad Moderna
Durante la Edad Moderna, Barcelona sufrió una serie de altibajos en la población.
Siglo XVI:
La demografía del siglo XVI tiene diversas estructuras estables formadas por diversas fases como la de expansión hasta finales del siglo XVI, y de recesión que se produjo entre 1570 y 1680. Este tipo de demografía consiste en altas tasas de natalidad, y altas tasas de mortalidad, con una esperanza de vida baja, de cuarenta años. Aunque con un altísimo índice de mortalidad infantil.
La ciudad de Barcelona va adquiriendo cada vez mayor peso, en 1571 era el Mediterráneo la zona más avanzada y predominante en Europa, debido a los numerosos movimientos migratorios, las razones eran sobre todo laborales por ser uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, pero también por motivos familiares. Por estos orígenes se crearon vínculos entre diferentes países intercambiándose entre ellos dinero, productos, cultura, etc.
Gracias a las migraciones la ciudad de Barcelona aumento bastante de población durante el siglo XVI. Pero en este siglo aparecen también las expulsiones de carácter forzoso sobre los moriscos y los judíos.
Tampoco se puede dejar de nombrar las migraciones, aunque escasas entre las zonas rurales a la ciudad.
Siglo XVII:
Durante el siglo XVII, la población de la ciudad de Barcelona descendió considerablemente debido a las enfermedades contagiosas epidémicas, y las diversas guerras que desolaron la ciudad de manera importante. En este periodo hubo cincuenta y seis avisos de Peste en la ciudad entre 1500 y 1700 de los que tan sólo catorce a lo largo del siglo XVI y dos en el XVII impactaron de forma directa entre los habitantes de Barcelona.
La dura violencia con al que golpeo la Peste en Cataluña y en concreto en Barcelona además de los once años de guerra civil y las graves penurias alimenticias vividas en este período y que incidieron de forma negativa en la desarticulación del sistema productivo y comercial en el año 1650 además influida con la sequía prolongada en su primera mitad de siglo supuso dar al traste con la cosecha de cereales.
No resulta fácil la estimación cuantitativa del número de víctimas que la peste ocasionó en Barcelona durante los primeros meses de 1651. A nivel general fue la mayor catástrofe demográfica que se abatió sobre España en los tiempos moderno. La recuperación fue lenta y costosa porque las pérdidas de población fueron imposibles de calcular, se habla de que la pérdida es de una quinta parte de toda la población de Cataluña en general y Barcelona en particular, se habla de una población de 475.000 habitantes, el número de víctimas se elevaría a una banda situada entre los 58.000 y 66.000 personas.
Aparte de la Peste se produjo la guerra de los Segadores (1640-1652) en un primer intento de Castilla de someter a Cataluña, en que Barcelona fue finalmente tomada, pero logrando conservar su autonomía, aunque representó el desmembramiento de Cataluña pasando la parte norte a dominio francés que perdura hasta nuestros días.
Siglo XVIII:
Durante esta época, la población de la ciudad de Barcelona aumenta considerablemente debido a los inicios de la industrialización, en mayor escala en relación con otros puntos del país. Las manufacturas, principalmente textiles, experimentan un despegue, beneficiadas por la entrada de capital privado y el apoyo ocasional de la hacienda, siendo las fábricas de algodón de Cataluña una de las mayores y más importantes novedades del siglo XVIII. Estas fábricas, efectos económicos aparte, crearon un sector empresarial con progresiva conciencia de clase y ligado en exclusiva al mundo industrial, permitiendo además forjar un incipiente proletariado industrial concentrado en Barcelona. El censo de Floridablanca nos informa de que Barcelona albergaba a 5.500 artesanos, de un total de 125.000 habitantes. Importancia decisiva tiene también el arreglo de su puerto, así como los esfuerzos por constituir una banca estable en el último cuarto del siglo XVIII, que acabaron fracasando (Banco de Vitalicios, Banco de Fondos Perdidos, Banco de Cambios). Con todo, y pese a padecer los indeseables efectos de la guerra de Sucesion, en la que Barcelona se manifiesta en apoyo del pretendiente Carlos y en contra de Felipe Danjou, lo que le acarreará negativas consecuencias debido a los conflictos sociales, el saldo del siglo XVIII para Barcelona es más que positivo.
A partir de 1725 Barcelona empezó a recuperarse y de los 37.000 habitantes tras la conquista española de 1714, en 1791 ya contaba con 125.000. Con el aumento demográfico, floreció el comercio y la industria (en 1805 la industria textil de la ciudad contaba con 10.000 trabajadores), empezándose a conformar la ciudad moderna: construcción de la Barceloneta, urbanización de las Ramblas, creación de las academias de las Buenas Letras y la de Ciencias y Artes, construcción de los palacios de la Virreina y Moja, restablecimiento de la Universidad, etc.
Revolución industrial. De 115.000 habitantes en 1802 pasó a 250.000 en 1877, desarrollándose la industria algodonera, lanera y la metalurgia, multiplicándose las entidades de crédito.
http://www.astrogea.org/asteroides/barna/la_historia.htm
http://dialnet.unirioja.es/servlet/dcfichero_articulo?codigo=103939&orden=0
http://www.artehistoria.jcyl.es/histesp/contextos/6882.htm
Describir el suceso de 1714 en Barcelona como conquista española como escribes en las últimas lineas de tu publicación me parece incorrecto, dado que como has escrito antes formaba parte de la guerra de sucesión.
ResponderEliminarPara el párrafo en el que explicas la división de Cataluña, en la que la zona norte acaba formando parte del estado Francés, no fué por la guerra de los segadores. El rey Español de ese momento tenia una deuda pendiente con el rey Francés y al final en vez de pagarle con oro le cedió una parte de sus tierras. Hace unos años encontré en pdf el tratado de los Pirineos en el que se especificaba que tierras se le cedian y los límites entre España y Francia. Cuando encontré el tratado estaba buscando la franja de frontera en la zona de Cerdaña.