Tanto en los siglos XVI, XVII, como en los sucesivos siglos modernos, la sociedad es estamental. Esto tiene su base en el pensamiento eclesiástico (se asemeja a la imaginaria sociedad de los ángeles).
La sociedad se divide en los tres estamentos, nobleza y clero que gozan de privilegios fiscales, juridicopenales y sociales y el estado llano, obligado a llevar el peso del trabajo. Esto se refleja en el en la obligación del pago de los pechos y tributos personales (de ahí que se llamen pecheros). Por encima de todos estaba el rey como poder supremo.
A su vez cada estamento estaba dividido por clases habitualmente diferenciadas por el poder adquisitivo. Así encontramos alto y bajo clero o mercaderes y artesanos.
La pertenencia a una corporación era fundamental en la sociedad, ya que dotaba de identidad a los individuos. Esto se refleja en la pertenencia a familias a través de su linea de sucesión, y en el linaje que abarca la trayectoria de varias familias. La familia se constituía como un elemento de ayuda mutua y apoyo económico y social.
El individuo también se agrupa en gremios. Estos le dotan de identidad social y al mismo tiempo defienden su trabajo, económicamente o le conceden un poder caritativo.
Asimismo a través de las corporaciones y estamentos se establece una gran diversidad jurisdiccional, con lo que la le yes que regían a la nobleza eran distintas que las del clero o las de la corporación militar.
Una de las formas de expresión de poder mas evidente de los estamentos privilegiados era la posesión de señoríos. El señorío supone el dominio hereditario sobre tierras y las personas que allí habitan,dado por el rey a nobles o clérigos como pagos o recompensas por servicios prestados. Similar al feudo, el señor acumula jurisdicción, rentas y propiedades. Es una institución propia de la Edad media y la Edad Moderna en España y desaparece en las Cortes de Cádiz a inicios del siglo XIX. Hemos de distinguir varios tipos de señorío:
el señorío territorial, en el que el señor está vinculado a una tierra que, o bien trabaja de manera directa con sus siervos, o bien cede a campesinos a cambio de unas rentas (en especie, dinero o trabajo); y el señorío jurisdiccional, en virtud del cual el señor tiene una serie de concesiones de tipo judicial y político, que son una fuente de poder (nombra a las autoridades locales, ejerce la justicia, cobra tributos).El campesino sujeto a señorío territorial era un siervo sin libertad personal, mientras que el que sólo lo está a un señorío jurisdiccional es un vasallo del señor. El grado de sometimiento al señor varía en función de la época, del territorio y del tipo de señorío. También depende de quién es el señor y, así, podemos distinguir entre señoríos eclesiásticos y laicos. Entre los primeros destacan los de abadengo (en manos de monasterios y conventos) y los de las órdenes militares; entre los laicos, los de realengo que son del rey (incluyendo las ciudades con fueros, que a su vez son señores de grandes zonas rurales) y los solariegos los de la nobleza.
Otra cuestión fundamental en esta forma de distribución de la propiedad eran las rentas señoriales a las que tenia derecho el privilegiado poseedor de la propiedad. Esta rentas se dividen en:
1. Rentas señoriales, percibidas por el señor del señorío solariego.
2. Rentas enajenadas a la corona, son los tributos o impuestos que deberia recibir el señor. Destacan la alcabala y los derechos de portazgo o almojarifazgo.
3. Rentas de bienes mostrencos y ab intestatos, los señores se agencian los bienes abandonados. El primer termino se refiere al ganado no reclamado por su propietario y el segundo a los bienes de difuntos que fallecen sin herederos, siempre dentro del régimen señorial.
4. Rentas propiamente señoriales, son aquellas que proceden delos derechos jurisdiccionales, es decir, aquellas que pagaba el vasallo como reconocimiento de señorío.
Al mismo tiempo, una parte considerable de la tierra es de “manos muertas”, lo que conlleva a que sea propiedad de una determinada familia o institución generalmente eclesiástica y se produzca el mayorazgo, que trata de preservar los bienes de una determinada familia lo que impedía al propietario enajenar total o parcialmente las tierras y por lo tanto poseer plena propiedad sobre ellas ya que las leyes del mayorazgo se lo impedían. El primogénito heredero podía aumentar el patrimonio, pero nunca menguarlo, lo que le convertía en mero administrador del mismo.
Por ultimo pese a haber gran desigualdad social debido a los estamentos, dentro de ese conglomerado de sectores sociales también tenía cabida la movilidad entre clases sociales aunque el nacido no fuera hijo de nobles. A través del poder económico se podía ascender socialmente como por ejemplo la compra de títulos nobiliarios por parte de mercaderes.
Una de estas personas fue Juan de Figueroa, que hizo riqueza en sus negocios con la hacienda y tras fundar el monasterio de la Concepción en Valladolid sus descendientes llegaron a ser Marqueses de Valverde o Melchor de Herrera, gran prestamista de la Corona, accedió al titulo de Marques de Auñón a través del dinero. Un caso mas extraño fue el de Francisco Aguado, que siendo de procedencia muy humilde, llego a ser obispo de Astorga.
Esta dinamización social se hizo evidente también en el resto del mundo ya que algunos españoles de principios del siglo XVI eran grandes viajeros. Así, por ejemplo, debido a los negocios mercantiles en Flandes se hizo notar la presencia de burgaleses. Esto sucedió con Juan López de Calatayud que se caso con Ana Garcés, perteneciente a una influyente familia de Amberes.
También en Castilla encontramos en la época una nutrida red de agentes italianos o mercaderes flamencos,
Observamos por lo tanto que toda Europa estaba integrada por una serie de contactos personales por los que discurría el dinero, los productos y la información.
Fuente: apuntes Historia I
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