Blog de los alumnos del Grado de Geografía y ordenación del territorio en el que se hace un seguimiento de la asignatura Historia I impartida por el profesor David Alonso García
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lunes, 19 de diciembre de 2011
La sociedad estamental.
La sociedad se divide en los tres estamentos, nobleza y clero que gozan de privilegios fiscales, juridicopenales y sociales y el estado llano, obligado a llevar el peso del trabajo. Esto se refleja en el en la obligación del pago de los pechos y tributos personales (de ahí que se llamen pecheros). Por encima de todos estaba el rey como poder supremo.
A su vez cada estamento estaba dividido por clases habitualmente diferenciadas por el poder adquisitivo. Así encontramos alto y bajo clero o mercaderes y artesanos.
La pertenencia a una corporación era fundamental en la sociedad, ya que dotaba de identidad a los individuos. Esto se refleja en la pertenencia a familias a través de su linea de sucesión, y en el linaje que abarca la trayectoria de varias familias. La familia se constituía como un elemento de ayuda mutua y apoyo económico y social.
El individuo también se agrupa en gremios. Estos le dotan de identidad social y al mismo tiempo defienden su trabajo, económicamente o le conceden un poder caritativo.
Asimismo a través de las corporaciones y estamentos se establece una gran diversidad jurisdiccional, con lo que la le yes que regían a la nobleza eran distintas que las del clero o las de la corporación militar.
Una de las formas de expresión de poder mas evidente de los estamentos privilegiados era la posesión de señoríos. El señorío supone el dominio hereditario sobre tierras y las personas que allí habitan,dado por el rey a nobles o clérigos como pagos o recompensas por servicios prestados. Similar al feudo, el señor acumula jurisdicción, rentas y propiedades. Es una institución propia de la Edad media y la Edad Moderna en España y desaparece en las Cortes de Cádiz a inicios del siglo XIX. Hemos de distinguir varios tipos de señorío:
el señorío territorial, en el que el señor está vinculado a una tierra que, o bien trabaja de manera directa con sus siervos, o bien cede a campesinos a cambio de unas rentas (en especie, dinero o trabajo); y el señorío jurisdiccional, en virtud del cual el señor tiene una serie de concesiones de tipo judicial y político, que son una fuente de poder (nombra a las autoridades locales, ejerce la justicia, cobra tributos).El campesino sujeto a señorío territorial era un siervo sin libertad personal, mientras que el que sólo lo está a un señorío jurisdiccional es un vasallo del señor. El grado de sometimiento al señor varía en función de la época, del territorio y del tipo de señorío. También depende de quién es el señor y, así, podemos distinguir entre señoríos eclesiásticos y laicos. Entre los primeros destacan los de abadengo (en manos de monasterios y conventos) y los de las órdenes militares; entre los laicos, los de realengo que son del rey (incluyendo las ciudades con fueros, que a su vez son señores de grandes zonas rurales) y los solariegos los de la nobleza.
Otra cuestión fundamental en esta forma de distribución de la propiedad eran las rentas señoriales a las que tenia derecho el privilegiado poseedor de la propiedad. Esta rentas se dividen en:
1. Rentas señoriales, percibidas por el señor del señorío solariego.
2. Rentas enajenadas a la corona, son los tributos o impuestos que deberia recibir el señor. Destacan la alcabala y los derechos de portazgo o almojarifazgo.
3. Rentas de bienes mostrencos y ab intestatos, los señores se agencian los bienes abandonados. El primer termino se refiere al ganado no reclamado por su propietario y el segundo a los bienes de difuntos que fallecen sin herederos, siempre dentro del régimen señorial.
4. Rentas propiamente señoriales, son aquellas que proceden delos derechos jurisdiccionales, es decir, aquellas que pagaba el vasallo como reconocimiento de señorío.
Al mismo tiempo, una parte considerable de la tierra es de “manos muertas”, lo que conlleva a que sea propiedad de una determinada familia o institución generalmente eclesiástica y se produzca el mayorazgo, que trata de preservar los bienes de una determinada familia lo que impedía al propietario enajenar total o parcialmente las tierras y por lo tanto poseer plena propiedad sobre ellas ya que las leyes del mayorazgo se lo impedían. El primogénito heredero podía aumentar el patrimonio, pero nunca menguarlo, lo que le convertía en mero administrador del mismo.
Por ultimo pese a haber gran desigualdad social debido a los estamentos, dentro de ese conglomerado de sectores sociales también tenía cabida la movilidad entre clases sociales aunque el nacido no fuera hijo de nobles. A través del poder económico se podía ascender socialmente como por ejemplo la compra de títulos nobiliarios por parte de mercaderes.
Una de estas personas fue Juan de Figueroa, que hizo riqueza en sus negocios con la hacienda y tras fundar el monasterio de la Concepción en Valladolid sus descendientes llegaron a ser Marqueses de Valverde o Melchor de Herrera, gran prestamista de la Corona, accedió al titulo de Marques de Auñón a través del dinero. Un caso mas extraño fue el de Francisco Aguado, que siendo de procedencia muy humilde, llego a ser obispo de Astorga.
Esta dinamización social se hizo evidente también en el resto del mundo ya que algunos españoles de principios del siglo XVI eran grandes viajeros. Así, por ejemplo, debido a los negocios mercantiles en Flandes se hizo notar la presencia de burgaleses. Esto sucedió con Juan López de Calatayud que se caso con Ana Garcés, perteneciente a una influyente familia de Amberes.
También en Castilla encontramos en la época una nutrida red de agentes italianos o mercaderes flamencos,
Observamos por lo tanto que toda Europa estaba integrada por una serie de contactos personales por los que discurría el dinero, los productos y la información.
Fuente: apuntes Historia I
Los caminos reales españoles en los siglos XVI - XVII
Mapa Villuga |
Camino Real en el Valle de Mena |
miércoles, 14 de diciembre de 2011
LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECÓMICA DEL SIGLO XVII
La agricultura sufriò una grave recesiòn como resultado de la despoblaciòn rural, mientras aumentaban los impuestos sobre los campesinos. Muchos de ellos tuvieron que abandonar el campo para irse a vivir en las ciudades como mendigos. También se redujo el número de cabezas de ganado, debido a la sequedad de pastos y las diversas guerras peninsulares. La industria y el comercio padecieron una profunda recesiòn, lo que se debía a la competencia de rpoductos extranjeros y al escaso poder adquisitivo de una poblaciòn española cada vez más empobrecida. Por otro lado, la demanda de productos agrariaos y manufacturados por parte de las colonias americanas disminuyò, dado que esos territorioa ya conseguían una autosuficiencia con sus propios productos.
Se agotaron muchas minas americanas. Como consecuencia de ello, la disminuciòn de metales preciosos recibidos en la metròpoli agravò la situaciòn de las finanzas públicas, que ya estaban muy debilitadas por los gastos de la corte y las constantes guerras. Ni el aumento los impuestos ni las constantes devaluciones de la moneda pudieron salvar a la Hacienda Real, que entrò en bancarrota varias veces.
LA CRISISDEL ANTIGUO RÉGIMEN
Carlos IV accedió al trono en 1788 e intento mantener la política reformista que había llevado a cabo Carlos III, con la que había conseguido estabilidad política y una relativa prosperidad económica. Prueba de ello fue la continuidad del ilustrado conde de Floridablanca al frente del gobierno.
La situación cambio pronto. Por una parte, el estallido de la Revolución Francesa provocó el temor de las clases dirigentes españolas. Aceptar el nuevo régimen instaurado en Francia, una monarquía constitucional, suponía poner en peligro los privilegios de la monarquía y la aristocracia en el resto de los Estados europeos. Por otra parte, también se iniciaron ciclos de epidemias y malas cosechas que desembocaron en crisis de subsistencia.
Además de por la fuerte crisis socioeconómica, el reinado de Carlos IV estuvo marcado por una mala política exterior que debilitó a España como potencia internacional y por una grave crisis de Estado que supondría el destronamiento del monarca y la invasión francesa del territorio peninsular en 1808.
A pesar de todo, la inestabilidad no desembocó en una revolución como la de 1789 en Francia, a causa del gran poder de la aristocracia y el clero, y la escasa fuerza de los grupos capaces de impulsar los cambios necesarios para transformar las estructuras del Antiguo Régimen.
Ante el miedo a que se extendiera la Revolución Francesa, Floridablanca llevo a cabo una fuerte política represiva. Cerró las fronteras y rompió las relaciones con Francia con la intención de frenar la entrada de propaganda revolucionaria; también censuró las publicaciones y frenó la aplicación de reformas. En realidad, sólo consiguió crear un clima de tensión y limitar las posibilidades de cambios en el Régimen Absolutista de Carlos IV.
El sucesor de Floridablanca, el conde de Aranda, intentó frenar las hostilidades hacia el nuevo régimen francés en virtud del pacto de familia establecido entre los Borbones de España y Francia. Pero la muerte del Rey francés Luis XVI en la guillotina (1793) y la instauración de una república en aquel país provocó que el gobierno de España,. Dirigido desde finales de 1792 por Manuel Godoy, se uniera a la coalición de monarquías absolutistas europeas que declararon la guerra a la Francia revolucionaria.
Este conflicto, llamado la guerra de Convección (1793-1795), afectó principalmente a las áreas fronterizas de Cataluña, Navarra y el País Vasco. Finalmente, los problemas internos de España y las derrotas militares obligaron a Godoy a firmar la Paz de Basilea (1795), por la que España recuperaba los territorios ocupados a cambio de la cesión de Santo Domingo y de concesiones comerciales a Francia.
Un año más tarde, Godoy firmó el Tratado de San Ildefonso con Francia, ante el constante peligro de invasión. En él se establecieron acuerdos de auxilio mutuo y se garantizó la integridad territorial de ambos países, aunque en realidad España quedó definitivamente subordinada a los intereses políticos franceses. La primera prueba de este hecho fue su implicación en una guerra contra el principal enemigo de Francia: Gran Bretaña (1797-1801), de la España salió derrotada.
Los gastos de la guerra y el bloqueo del comercio colonial llevado a cabo por los británicos agravaron la crisis económica.
La proclamación de Napoleón como emperador (1804) repercutió negativamente en la estabilidad política peninsular.
Desde 1803, España era un estado tributario de Francia y, en cumplimiento del Tratado de San Ildefonso, tuvo que participar en una nueva guerra contra Gran Bretaña (1804-1808). La intervención española terminó con la pérdida de la armada en Trafalgar (1805).
Esta derrota afectó profundamente al comercio español de ultramar y, como consecuencia de ella, descendieron los ingresos del Estado; también se vio perjudicada la industria española, debido al descenso de las exportaciones. Todo ello provocó un gran malestar social.
El malestar afectó a todos los estamentos. Las clases bajas sufrían una grave situación de miseria. El clero se vio perjudicado, en parte, por las medidas desamortizadoras que intentó aplicar Godoy para sufragar la deuda del estado. La aristocracia no aceptaba a Godoy a causa de sus orígenes sociales, de su condición de favorito de la reina María Luisa de Parma y de su política exterior, que había situado a España en el órbita de Francia.
Se creó, pues, una actitud hostil hacia Carlos IV y el Gobierno de Godoy, que tuvieron que enfrentarse a las conspiraciones que pretendían dar el trono al heredero, el futuro Fernando VII.
En este ambiente de crisis interna, Napoleón presionó, con el objetivo de conseguir el apoyo español para invadir Portugal, puesto que era una base importante y un aliado para combatir al Reino Unido. Con esta intención, se firmó el Tratado de Fontainebleau en 1807. En él se acordaba la conquista de Portugal y su división n tres zonas: el norte sería para compensar las pérdidas territoriales de los reyes de Etruria, el centro para los reyes de Portugal y el sur se convertiría en el principado de los Algarbes, destinado a Godoy. Pero la realidad fue que Napoleón utilizó el Tratado para invadir la Península.
GEOHISTORIA: Las reformas econòmicas
Suprimieron las aduanas interiores de la península y mejoraron las vías de comunicaciòn del comercio con América,acabando así con el secular monopolio de la Casa de Contrataciòn de Sevilla y Cadiz.Sin embargo,se mantuvo la política comercial proteccionista con respecto a las demás potencias.Gracias a este decreto,los súbditos de la desaparecida Corona de Aragòn dejaron de tener prohibido el comercio con América,en el que los catalanes no tardarían en tener un importante papel.
En el terreno financiero,en 1782 se estableciò el Banco de San Carlos, antecedente del futuro Banco de Espaňa. En este período,apareciò la peseta, aunque no sería la moneda oficial del país hasta 1868. Para resolver los graves problemas de la agricultura, se aumentaron los terrenos de cultivo, se introdujeron nuevas plantas, como el maíz, y se realizaron imprtantes obras de regadío. También hubo unos tímidos intento de reformas agraria, pero no alteraron la propirdad de las tierras, que seguían en manos de los nobles y la Iglesia.
GEOHISTORIA: Las reformas política
La dinastía de los Borbones introdujo en Espaňa nuevas formas políticas e institucionales e importantes reformas frente a la monarquía de los Austrias. El modelo confederal de los Austrias era respetuoso con la organizaciòn política y las particularidades legislativas de cada territorio. Los Borbones imitaron a la Francia de Luis XIV para impone una monarquía abusoluta y un Estado centralista, basados en el fortalecimiento del poder real. En sus primeros aňos como rey de Espaňa, Felipe V con sus consejeros pusieron en marcha un proceso centralizador de la estructura del reino con la promulagaciòn de los Decretos de Nueva Planta. La Corona de Aragòn, que había apoyado al candidato Carlos de Austria, perdiò sus instituciones propias y sus privilegios regionales, se adaptò a las leyes de Castilla, y sus Cortes quedaron integradas en unas Cortes Generales.También tuvo que soportar un nuevo sistema fiscal que aumentò su contribuciòn a los ingresos del Estado, que hasta entonces habían recaído en un elevado porcentaje sobre Castilla. Los fueros del País Vasco y Navarra e mantuvieron, ya que habían apoyado a Felipe V durente la guerra s Sucesiòn.
Los Borbones también reformaron la adiministraciòn central consolidando el establecimiento de una monarquía absolua. Se suprimieron todos los Consejos, excepto el Consejo de Castilla, que se convirtiò en el gran òrgano asesor del rey. Se crearon las Secretarías de Despacho, antecedentes de los ministerios, que se encargaron de asuntos de Estado, de Guerra,de Hacienda,de Justicia e Indias. En 1787 se etableciò la Junta suprema de Estado,antecedente del Consejo de Ministerios.
Se estableciò un nuevo modelo de administraciòn territorial, basado en provincias. También se crearon los intendentes, funcionarios que servían como nexo entre el poder central y las provincias. Éstos controlaban y vigilaban los intereses de la monarquía ,especialmente la recaudaciòn de impuestos en las provincias. También fortalecieron el ejército. En cuanto a las relaciones de la Corona con la nobleza y la Iglesia,en gerenal,estas tuvieron un peso menor en el Estado borbònco,comparado con el reino de los Austrias.
lunes, 12 de diciembre de 2011
¿Se puede hablar de globalización durante la Edad Moderna?
Durante la Edad Moderna en España se puede empezar hablar de globalización, debido a la comercialización de productos españolas con las colonias en América, con el resto de Europa, las rutas comerciales en el Mediterráneo y Asia.
Comercio; actividad socioeconómica consistente en el intercambio de algunos materiales que sean libres en el mercado de compra y venta de bienes y servicios y servicios, sea para su uso, para su venta o su transformación. Es el cambio o transacción de algo a cambio de otra cosa de igual valor. Por actividades comerciales o industriales entendemos tanto intercambio de bienes o de servicios que se afectan a través de un mercader o comerciante.
Mercantilismo; doctrina de pensamiento económico que prevaleció en Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII y promulgaba que el Estado debe ejercer un férreo control sobre la industria y el comercio para aumentar el poder de la nación al lograr que las exportaciones superen el valor de las importaciones. El mercantilismo no era en realidad una doctrina formal y consistente, sino un conjunto de firmes creencias, entre las que cabe destacar la idea de que era preferible exportar a terceros que importar bienes o comerciar dentro del propio país; la convicción de que la riqueza de una nación depende sobre todo de la acumulación de oro y plata; y el supuesto de que la intervención pública de la economía es justificada si está dirigida a lograr los objetivos anteriores. El Mercantilismo es una Los planteamientos mercantilistas sobre política económica se fueron desarrollando con la aparición de modernas naciones Estado; se había intentado suprimir las barreras internas al comercio establecidas en la edad media, que permitían cobrar tributo a los bienes con la imposición de aranceles o tarifas en cada ciudad o cada río que atravesaban. Se fomentó el crecimiento de las industrias porque permitían a los gobiernos obtener ingresos mediante el cobro de impuestos que a su vez le permitían costear los gastos militares. Asimismo la explotación de las colonias era un método considerado legítimo para obtener metales preciosos y materias primas para sus industrias.
El primer cambio comercial globalizado en España se realizó en la bahía de Manila (Filipinas), donde comerciantes españoles cargados de plata extraída en América por esclavos indios y africanos realizaron un trueque con comerciantes chinos cargados con una selección de fina seda y porcelana. Este intercambio que duraría casi 250 años se convertiría en el primer rastro de lo que hoy llamamos globalización porque fue la primera vez que Europa, Asia, Africa y América se unían en una misma red económica.
Gracias al Descubrimiento de América y debido a la travesía realizada por Cristóbal Colón en 1492 se empezó a realizar actividades comerciales con las colonias americanas. Durante este periodo se desarrolló el mercantilismo entre España y las colonias, estas relaciones comerciales presuponían la competición por una cantidad finita de riqueza, lo que "obligaba" a un control estricto del comercio. Esto ocasionó tensiones entre las potencias coloniales, de donde nació la necesidad de buscar arreglos entre ellas. Debido a esto en 1492, en el primer tratado global de la historia, España y Portugal se reparten el mundo a ser conquistado, dividiéndolo de acuerdo al tratado de Tordesillas.
Después de 1492, el “intercambio colombino”, explica que a España llegara a tener tomates, que hubiera naranjas en Florida, chocolate en Suiza y ajíes en Tailandia.
Mucho antes del inicio del comercio de la seda y la plata a través del Pacífico, los conquistadores españoles y portugueses navegaban por el Atlántico en busca de metales preciosos. A la larga, exportaron enormes provisiones de oro y plata de Bolivia, Brasil, Colombia y México, aumentando en gran escala el flujo de dinero en Europa. Sin embargo, los barcos que regresaban a casa transportaban planta amazónica que hoy conocemos como tabaco, que se convertirá en el primer frenesí global en torno a una materia prima debido a que era adictivo.
Aparte de la llegada de productos venidos de América a Europa, llegaron enfermedades no existentes en el viejo continente y no conocidas en el nuevo mundo. Los parásitos que transportaban la malaria se introdujeron en los cuerpos de los marineros, la malaria podría haber cruzado el océano en el segundo viaje de Colón. La fiebre amarilla, compañera de la malaria, la siguió después.
Los Tratado de Utrecht son un conjunto de acuerdos a los que llegaron los países europeos después de la guerra de Sucesión española (1701-1714), y que fueron firmados desde 1713 hasta 1715.
La Paz de Utrecht planteó un nuevo orden europeo regido por la 'balanza de poderes':
- Libertad de comercio a los súbditos de ambas colonias. No se puede dar licencia a otros países de navegar, comerciar e introducir negros y mercaderías en las colonias españolas.
-Inglaterra permite a España pescar en Terranova.
- Libertad de comercio en los dominios españoles para los ingleses, sin registro ni control. Las mercancías no pagan impuestos.
-Libre navegación inglesa en colonias americanas.
-Libre transporte de mercaderías entre colonias españolas.
- Se funda la campaña de introducción de negros llamada (Asiento de Negros), en el cual podían introducir 100.000 negros por año.
-Entrada de un navío de 300 toneladas para poder vender en América.
-Este tratado logra consolidar el vínculo entre España e Inglaterra y excluye a Francia del comercio de ultramar.
- Con este tratado se logra consolidar el vínculo entre España e Inglaterra y excluye a Francia del comercio de ultramar.
El siglo XVIII marcó la rápida declinación de las tradicionales instituciones americanas y del propio Consejo de Indias. En 1714, Felipe V, organizó la Secretaría del Despacho Universal de Marina e Indias, que tenía autoridad sobre todos los asuntos americanos. Posteriormente se crearon nuevas Secretarías, como la de Gracia y Justicia, Hacienda, guerra, Comercio y Navegación, etc.
Durante este siglo, las nuevas teorías económicas reemplazan al Mercantilismo. Nace la “Fisiocracia”. Los Borbones españoles adhirieron a este movimiento de inspiración francesa, que tenía dos principios:
-La riqueza de un país se basa en la explotación racional de la tierra.
-El Estado debía intervenir lo menos posible en lo económico, dejando libre juego a las layes de la naturaleza.
Fernando VI, tras un viaje por Europa adoptó medidas liberales en el orden industrial y comercial.
Poco a poco se fue operando la evolución. Los reyes comprendieron la necesidad de fomentar la agricultura y el comercio local, suprimiendo las medidas restrictivas que dificultaban el intercambio de las mismas.
En 1765 se puso fin al régimen de puerto único, disponiendo que Cádiz, Sevilla, Alicante, Málaga, Cartagena, Barcelona, Santander, La Coruña y Gijón podrían comerciar con los de La Habana, Santo Domingo, Puerto Rico, Margarita y Trinidad.
En 1778 Carlos III creó el Reglamento de Comercio Libre de España e Indias, donde se establecía que los puertos españoles podían comercializar con América, y los correspondientes impuestos dependiendo del producto.
http://globalizate.over-blog.es/article-31597223.html
http://www.monografias.com/trabajos/regcomercial/regcomercial.shtml
domingo, 11 de diciembre de 2011
La crisis del Antiguo Régimen. Floridablanca y su política de aislamiento.
Por la misma operación de bloqueo, se impidió la salida de España de los jóvenes que querían estudiar en universidades extranjeras; esta fue una media de graves consecuencias ya que el país en ese momento necesitaba con urgencia dotare de nuevos conocimientos técnicos. Precisamente, la salida de estudiantes a países de avanzada tecnología y la llegada de profesores forasteros habían sido algunas de las disposiciones practicas de los ilustrados de Carlos III para promover el desarrollo español.
El miedo al contagio revolucionario creció tanto entre los miembros del Gobierno que el conde de Floridablanca llego a prohibir la enseñanza del Frances como forma de evitar lecturas contrarias a la monarquía y a la iglesia. También la prensa estuvo en el punto de mira de los gobernantes, que negaron a todos los periódicos el permiso de edición de de información con carácter político. Prohibió, también, las actividades de las ”Reales asociaciones de de Amigos del País”.
La actitud indecisa de Floridablanca ante Francia y su incapacidad de neutralizar la propaganda revolucionaria le hicieron perder la confianza de Carlos I, que en 1792 encomendó el Gobierno al conde de Aranda.
Información extraída del libro “La gestión política y el pensamiento reformista del Conde de Floridablanca”, Juan Hernández Franco 1984.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Palacio Real de Madrid: Historia y Leyendas
Felipe V, antes estos acontecimientos, decidió realizar un exorcismo, se bañó a todos los obreros en agua bendita y se les colgó imágenes de santos. Después de esto, los sucesos extraños continuaron y fueron muchos los que abandonaron la construcción del Palacio Real debido al miedo.
lunes, 5 de diciembre de 2011
La situación económica y social de la España del Antiguo Régimen
La España del principio del siglo XVIII se caracterizaba por una economía rural y señorial, una sociedad estamental y una estructura política dominada por la monarquía absoluta.
Este sistema político, económico y social fue denominado Antiguo Régimen por los revolucionarios franceses en 1789 y es el que intentaron cambiar los monarcas borbones que ocuparon la corona española a lo largo de todo el siglo.
La sociedad española del Antiguo Régimen estaba dividida en tres órdenes o estamentos caracterizados por la desigualdad jurídica y la escasa movilidad social. La nobleza y el clero constituían los dos estamentos legalmente privilegiados que poseían tierras, fuente de la riqueza y el poder, no pagaban impuestos y ocupaban los cargos y dignidades públicas. A la nobleza se accedía por nacimiento o nombramiento real, y a pesar de su escasa importancia numérica, en torno al 5%, poseía gran parte de la propiedad de la tierra.
Por su parte, el clero, otra minoría en torno al 2% que agrupaba a los eclesiásticos de cualquier categoría, atesoraban cuantiosos bienes y casi la mitad de la propiedad territorial. Asimismo, la nobleza y la iglesia eran titulares de un gran número de de señoríos jurisdiccionales que les daban derechos sobre los campesinos en extensos dominios para ejercer justicia, cobrar impuestos y exigir trabajos.
El tercer estamento no privilegiado por la ley estaba formado por un conglomerado de grupos sociales, con actividades y situaciones muy diversas, que no gozaban de derechos ni privilegios, y sobre el que recaía el peso de los impuestos y, por tanto, del mantenimiento de los privilegiados y las cargas del Estado.
El campesinado, la inmensa mayoría de la población, se encontraba aún sometida al régimen señorial que le despojaba de la mayor parte de sus rentas y le mantenía en los límites de la supervivencia.
La escasa y débil burguesía industrial y mercantil carecía de empuje para impulsar5 cambios en la estructura social.
La economía estaba basada en la agricultura tradicional, a la que se dedicaba en torno el 80% de la población, era la principal fuente de riqueza y trabajo en la España del siglo XVIII, a pesar de su atraso y bajo rendimiento. Estaba condicionada por el régimen de propiedad y explotación de la tierra, cuyo marco jurídico era de origen feudal.
Gran parte de las tierras cultivables eran por lo general grandes latifundios mal aprovechados o sin cultivar, tierras amortizadas por la propiedad de la nobleza y la iglesia, que la arrendaban para su cultivo, pero que al estar vinculadas a sus propietarios no se podían vender ni comprar. Además, nobleza y clero recibían, a través de impuestos y derechos señoriales, la mayor parte de la producción obtenida por los campesinos, sustanciosos ingresos que no utilizaban para renovar las técnicas y aumentar la productividad de la agricultura.
Había campesinos propietarios, especialmente en la zona norte, con una situación económica difícil por la cantidad de impuestos y derechos señoriales que habían de pagar. En peor condición se encontraban los arrendatarios o aparceros, que dedicaban la mayor parte de la producción a pagar las rentas.
Pero eran los jornaleros, mayoritarios, los que tenían las condiciones más duras, debido a la estacionalidad de su trabajo. Esta estructura agraria impedía el acceso a la propiedad de la tierra y contribuía a mantener el atraso técnico y la escasa rentabilidad.
Los escasos excedentes de la agricultura limitaban la capacidad de comprar y dificultaban los intercambios. La industria tradicional, el taller artesanal, continuaba sometido al régimen gremial que control.aba la producción y los precios, impidiendo la competencia y la introducción de nuevas técnicas. Además, la producción industrial era escasa, el sistema de transportes deficiente y la existencia de aduanas y peajes internos hacían que los intercambios quedaran circunscritos al ámbito local o comarcal.
domingo, 4 de diciembre de 2011
La globalización
sábado, 3 de diciembre de 2011
La Inquisición Moderna en España (1478 - 1834)
lunes, 28 de noviembre de 2011
BARCELONA Y SU POBLACIÓN EN LA EDAD MODERNA.
Es difícil hacerse una idea concreta del crecimiento demográfico en Barcelona en el siglo XVI porque aunque los censos muestran un crecimiento prácticamente nulo, no se recogen datos importantes para determinar el crecimiento de una ciudad. Por ejemplo no se recoge la construcción de molinos para triturar el trigo. Por otro lado, los censos miden la población por el número de hogares construidos, pero hay que tener en cuenta que en la época mucha gente vivía en las tiendas o talleres y eso no se recoge.
Barcelona aumenta su población, gracias a la llegada de inmigración francesa.
Francia sufre un exceso de población que Barcelona, y Cataluña en general puede absorber ya que ofrece espacio y posibilidades económicas.
Recibe población sobre todo de la parte del Pirineo.
Son en mayoría recién llegados de entre 11 y 30 años, lo que supone mano de obra en plenas facultades productivas para la ciudad.
La población que llega se dedica sobre todo la construcción y al sector textil esto hace que zonas de Barcelona se conviertan en ejes de comercio y por lo tanto crezcan de forma notable en cuanto a población.
La llegada en masa de franceses crea desconfianza en la población barcelonesa, hasta tal punto que en el Consell de Cent se recogen medidas proteccionistas para la población con el objetivo de que no tengan un peso importante ni adquieran poder. Una de estas medidas es que no puedan acceder a cargos altos.
El incremento demográfico de la época se acaba viendo con el crecimiento de zonas concretas como el barrio de la Ribera o el quartier de Mar, que durante el siglo pasa de tener unos 390 habitantes a tener 520.
En este siglo hay un aumento significativo de la población en la Ciudad Condal en dos zonas concretas acompañado de la construcción de dos mercados principales, una es la antigua zona del Mercadal y la otra es la zona portuaria.
En el paso del siglo XVI a XVII, Barcelona era una ciudad relativamente pequeña, teniendo en cuenta que era una zona comercial importante en el Mediterráneo, cuenta con menos de 35.000 habitantes.
Una de la causas de que no haya un crecimiento demográfico relevante es la elevada tasa de mortalidad infantil, que en esta época se sitúa en el 45% y la epidemias como la peste de 1589.
SIGLO XVII
Durante el siglo XVII Barcelona sufre un estancamiento demográfico debido a los constantes conflictos y crisis que sufre como la depresión que surge en el comercio textil mediterráneo.
Por otro lado el rey pide a Cataluña y por lo tanto a Barcelona que participe deforma notable en la contienda con Francia, lo que supone que la población emigre de forma forzosa para formar parte de las tropas españolas (se calcula que Cataluña aportó unos 12.000 hombres).Barcelona sufre también la revuelta de los “Segadors” que entran en el año 1640 y uno de los sucesos relevantes fue el “Corpus de sangre” (7 de Junio).
La “Batalla de Monjuit” en 1641, la revuelta campesina de los “Barretina” de 1687 también deja mermada a la población barcelonesa. Además, a lo largo del siglo Barcelona sufre varias crisis como las plagas en las cosechas que hacen que el alimento disminuya y deje de ser accesible a gran parte de la población.
Por ultimo, otro hecho catastrófico para la evolución demográfica fue el bombardeo que sufre Barcelona en 1694.
SIGLO XVIII.
En este siglo tras superar anteriores crisis, se da en Barcelona un gran impulso económico gracias a su comercio, sobretodo el textil. Debido a este progreso Barcelona pasó de tener 30.000 habitantes en 1718 a contar con 70.000 en 1759. Esto es debido en gran parte al aumento de la esperanza de vida y la disminución de la mortalidad infantil, unido a que el índice de fecundidad sigue siendo alto.
Este crecimiento demográfico se aprecia claramente con el surgimiento a principios de siglo de siglos de nuevos barrios como La Barceloneta, Las Ramblas, o el Raval.
A finales de siglo recibe una importante llegada de franceses que ven en Barcelona el lugar idóneo para exiliarse en su huida de la Rev. Francesa.
EVOLUCIÓN DEMOGÁFICA DE BARCELONA EN LA EDAD MODERNA
Durante la Edad Moderna, Barcelona sufrió una serie de altibajos en la población.
Siglo XVI:
La demografía del siglo XVI tiene diversas estructuras estables formadas por diversas fases como la de expansión hasta finales del siglo XVI, y de recesión que se produjo entre 1570 y 1680. Este tipo de demografía consiste en altas tasas de natalidad, y altas tasas de mortalidad, con una esperanza de vida baja, de cuarenta años. Aunque con un altísimo índice de mortalidad infantil.
La ciudad de Barcelona va adquiriendo cada vez mayor peso, en 1571 era el Mediterráneo la zona más avanzada y predominante en Europa, debido a los numerosos movimientos migratorios, las razones eran sobre todo laborales por ser uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, pero también por motivos familiares. Por estos orígenes se crearon vínculos entre diferentes países intercambiándose entre ellos dinero, productos, cultura, etc.
Gracias a las migraciones la ciudad de Barcelona aumento bastante de población durante el siglo XVI. Pero en este siglo aparecen también las expulsiones de carácter forzoso sobre los moriscos y los judíos.
Tampoco se puede dejar de nombrar las migraciones, aunque escasas entre las zonas rurales a la ciudad.
Siglo XVII:
Durante el siglo XVII, la población de la ciudad de Barcelona descendió considerablemente debido a las enfermedades contagiosas epidémicas, y las diversas guerras que desolaron la ciudad de manera importante. En este periodo hubo cincuenta y seis avisos de Peste en la ciudad entre 1500 y 1700 de los que tan sólo catorce a lo largo del siglo XVI y dos en el XVII impactaron de forma directa entre los habitantes de Barcelona.
La dura violencia con al que golpeo la Peste en Cataluña y en concreto en Barcelona además de los once años de guerra civil y las graves penurias alimenticias vividas en este período y que incidieron de forma negativa en la desarticulación del sistema productivo y comercial en el año 1650 además influida con la sequía prolongada en su primera mitad de siglo supuso dar al traste con la cosecha de cereales.
No resulta fácil la estimación cuantitativa del número de víctimas que la peste ocasionó en Barcelona durante los primeros meses de 1651. A nivel general fue la mayor catástrofe demográfica que se abatió sobre España en los tiempos moderno. La recuperación fue lenta y costosa porque las pérdidas de población fueron imposibles de calcular, se habla de que la pérdida es de una quinta parte de toda la población de Cataluña en general y Barcelona en particular, se habla de una población de 475.000 habitantes, el número de víctimas se elevaría a una banda situada entre los 58.000 y 66.000 personas.
Aparte de la Peste se produjo la guerra de los Segadores (1640-1652) en un primer intento de Castilla de someter a Cataluña, en que Barcelona fue finalmente tomada, pero logrando conservar su autonomía, aunque representó el desmembramiento de Cataluña pasando la parte norte a dominio francés que perdura hasta nuestros días.
Siglo XVIII:
Durante esta época, la población de la ciudad de Barcelona aumenta considerablemente debido a los inicios de la industrialización, en mayor escala en relación con otros puntos del país. Las manufacturas, principalmente textiles, experimentan un despegue, beneficiadas por la entrada de capital privado y el apoyo ocasional de la hacienda, siendo las fábricas de algodón de Cataluña una de las mayores y más importantes novedades del siglo XVIII. Estas fábricas, efectos económicos aparte, crearon un sector empresarial con progresiva conciencia de clase y ligado en exclusiva al mundo industrial, permitiendo además forjar un incipiente proletariado industrial concentrado en Barcelona. El censo de Floridablanca nos informa de que Barcelona albergaba a 5.500 artesanos, de un total de 125.000 habitantes. Importancia decisiva tiene también el arreglo de su puerto, así como los esfuerzos por constituir una banca estable en el último cuarto del siglo XVIII, que acabaron fracasando (Banco de Vitalicios, Banco de Fondos Perdidos, Banco de Cambios). Con todo, y pese a padecer los indeseables efectos de la guerra de Sucesion, en la que Barcelona se manifiesta en apoyo del pretendiente Carlos y en contra de Felipe Danjou, lo que le acarreará negativas consecuencias debido a los conflictos sociales, el saldo del siglo XVIII para Barcelona es más que positivo.
A partir de 1725 Barcelona empezó a recuperarse y de los 37.000 habitantes tras la conquista española de 1714, en 1791 ya contaba con 125.000. Con el aumento demográfico, floreció el comercio y la industria (en 1805 la industria textil de la ciudad contaba con 10.000 trabajadores), empezándose a conformar la ciudad moderna: construcción de la Barceloneta, urbanización de las Ramblas, creación de las academias de las Buenas Letras y la de Ciencias y Artes, construcción de los palacios de la Virreina y Moja, restablecimiento de la Universidad, etc.
Revolución industrial. De 115.000 habitantes en 1802 pasó a 250.000 en 1877, desarrollándose la industria algodonera, lanera y la metalurgia, multiplicándose las entidades de crédito.
http://www.astrogea.org/asteroides/barna/la_historia.htm
http://dialnet.unirioja.es/servlet/dcfichero_articulo?codigo=103939&orden=0
http://www.artehistoria.jcyl.es/histesp/contextos/6882.htm
sábado, 26 de noviembre de 2011
LA POLÍTICA EDUCATIVA ILUSTRADA DE CARLOS III
Convencidos de que el comportamiento de los pueblos dependía de la educación recibida, los ilustrados españoles comprendieron que la mejora de la educación era un paso previo a cualquier reforma política y confiaron al Estado la mejora de la instrucción que debería fundamentarse en el pensamiento científico y en el desarrollo de la investigación.
Al atraso español, los ilustrados contraponían el progreso europeo. Sin embargo, la voluntad reformadora del gobierno de Carlos III se estrelló contra el conservadurismo de las clases dominantes y de la iglesia, decididas a impedir cualquier cambio. Con todo, el deseo ilustrado de convertir la enseñanza en un factor determinante para la integración de la población, preparaba el camino del liberalismo de épocas siguientes.En este periodo se fundaron nuevas instituciones educativas, como los Reales Estudios de San Isidro, la reforma del Seminario de Nobles o los planes de reforma universitaria, cuyo objetivo es abolir los viejos privilegios de los colegios mayores. La enseñanza profesional se desarrolló ligada a instituciones económicas, como las Juntas de Comercio o los Consulados, con el fin de promover la formación en conocimientos técnicos como la náutica, el comercio, la química, etc.
Todos estos esfuerzos de renovación cultural encontraron como vías de difusión y desarrollo nuevas instituciones. Por un lado, Las Reales Academias ofrecían el apoyo de la monarquía al más alto nivel (lengua, bellas arte…);Pero son las Reales Sociedades de Amigos del País las instituciones más extendidas. Uno de los documentos de relevancia e influencia para estas sociedades es el texto de Campomanes “Discurso sobre el fomento de la industria popular” (1774). En España llegaron a constituirse cerca de cien sociedades.
La novedad más importante fue la aparición del periodismo como medio de difusión masivo de las nuevas ideas: El Mercurio, El pensador, El Diario Pinciano, El Seminario Histórico Erudito, Diario de Madrid, Diario de Barcelona, etc. Su temática abarcaba desde la información de adelantos técnicos o noticias del extranjero, hasta reflexiones político-económicas o nuevos métodos de explotación del campo.
LA POLÍTICA BORBÓNICA EN AMÉRICA
En el siglo XVIII los Borbones introdujeron en sus territorios americanos, que abarcaban desde el sur de EEUU y las Antillas hasta la Patagonia, un conjunto de reformas encaminadas a racionalizar el sistema administrativo y mejorar la organización económica, con la intención de facilitar el control político y económico, perdido en buena medida durante la centuria anterior.
Las reformas políticas se iniciaron con la reorganización de los virreinatos. Junto al de Nueva España (México) que se mantuvo intacto, se dividió el gigantesco virreinato del Perú, con capital en Lima, además de incluir otros organismos como las Capitanías de Chile y Venezuela. Para poner orden en la gestión de los virreyes y corregidores, se dividieron los virreinatos en intendencias, unidades territoriales más pequeñas, en las que los intendentes tenían amplias atribuciones fiscales, económicas y militares.
En el siglo XVIII continuó el dominio y la exploración de los territorios americanos. Hacia el norte, se fundaron misiones franciscanas en California y Nuevo México, y se colonizaron territorios en Arizona, Colorado y Texas con emigrantes canarios. En el virreinato del Planta se fundó Montevideo y la colonia de Sacramento, y los jesuitas se adentraron, con su labor misionera, en zonas de Paraguay prácticamente desconocidas hasta entonces.
Con una población en torno a los 15.000.000 de habitantes, la sociedad americana era un conglomerado étnico jerarquizado. Destacaba la burguesía criolla que, se dedicaba fundamentalmente al comercio y la agricultura, disfrutaba de educación y prestigio, aunque se encontraba apartada de los altos cargos administrativos, desempeñados por funcionarios españoles nombrados al efecto por la Corona.
La economía se regía por el Pacto Colonial: las colonias eran proveedoras de metales preciosos y productos de plantación (azúcar, cacao, algodón, tabaco, tintes…) y compraban las manufacturas y los productos que le enviaba a España (tejidos, aceite, vino). Durante el siglo XVIII se intensificaron las plantaciones trabajadas por población esclava de origen africano, y continuó la exploración de minas de plata, básicas para aliviar la Hacienda pública y acuñar monedas.
La preocupación de los monarcas por reactivar la economía se centró en la revitalización del comercio. Muy importante fue el progreso de la marina para asegurar las flotas frente a la competencia británica y los ataques piratas. Este hecho, frente a las medidas liberalizadoras del comercio, contribuyó a un gran auge mercantil. Sin embargo, las guerras de fin de siglo permitieron que británicos y norteamericanos invadieran el comercio americano, cuyo control no volvió a recuperar España. Por otra parte, el control sobre la economía y el comercio y las fuertes cargas impositivas exigidas por la Corona perjudicaban a los criollos y explican su progresivo sentimiento de emancipación.
viernes, 25 de noviembre de 2011
jueves, 24 de noviembre de 2011
LAS REFORMAS LIBERALES DE CARLOS III Y SU REPERCUSIÓN EN EN EL COMERCIO
Carlos III, rey de Nápoles, sucedió a Fernando VI, accediendo a la corona de España en 1759 tras abandonar su residencia de Caserta en Nápoles. Venia acompañado por su sequito de ministros napolitanos, decididos a aplicar las formulas económicas y políticas de su país. De la mano de estos gobernantes, España inicia un periodo de treinta años de reformas, guiadas por el espíritu de la ilustración.
El tema que nos ocupa es la libertad comercial española, aspecto en el que también se percibía la llegada de los aires ilustrados. Los economistas, muchos de ellos pertenecientes a distintas “Sociedades Económicas de Amigos del País”, consideraban esencial frenar el déficit de la balanza de pagos y reanimar la demanda interior. Esto solo se podía llevar a cabo estableciendo un mercado nacional que abarcase todo el reino. Para ello, impusieron fuertes gravámenes a las importaciones y liberaron de trabas el movimiento de mercancías en el interior de la península. Este el comienzo de una política de proteccionismo económico en España que se extenderá durante los próximos dos siglos. Para afrontar todos los gastos, el Estado intervino en la economía creando, en 1782, el primer banco nacional de España (aun con todo, no se consiguió aliviar los problemas de la Hacienda Publica).
Otra medida que tuvo gran repercusión, fue la de poner fin, en 1765, al monopolio de Cádiz en los intercambios comerciales con América, concediendo a ocho puertos españoles la autorización para establecer relaciones comerciales con las colonias.
Mas tarde, en 1778 se establece el Decreto de Libre Comercio con América. Esta libertad comercial dio un fuerte impulso a las regiones periféricas, que comenzaron a invertir en la creación de industrias con el fin de satisface la demanda de los virreinatos, los cuales venían comerciando con contrabandistas europeos a causa de la escasa demanda procedente de la península.
Las sociedades americanas criollas, que se habían enriquecido con la exportación de productos como el cacao o el café, reclamaban manufacturas de alta calidad, y estaban dispuestos a acudir a Inglaterra, Francia u Holanda en detrimento de España si esta no era capaz de ponerse al día en su producción y cumplir con sus expectativas.
Los ministros de Carlos III pusieron énfasis en la mejora de la flota española, reforzándola para poder hacer frente a los ataques y consecuentes saqueos producidos por la piratería.
Cabe destacar a Cataluña como la gran beneficiada por los cambios producidos n el sector mercantil, ya que consiguió conquistar el gran mercado interior de Castilla, además de introducir en Américas sus afamadas indianas, que eran telas de algodón estampadas sólo por un lado mediante planchas de cobre o madera, que expedían directamente desde el puerto de Barcelona.
Gracias en gran medida al comercio del Atlántico, los burgueses catalanes logro reunir el suficiente capital para hacer frente con relativo éxito la Revolución Industrial posterior.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Despotismo ilustrado (Decretos de nueva planta)
La crisis bajomedieval
La crisis bajomedieval
² Agotamiento del ciclo expansivo medieval
l Final del siglo XIII, población excesiva para recursos y tecnología disponibles.
l Empiezan cultivar pastos y páramosàMenos ganadoà Menos proteínas y abono
l Rendimientos decrecientesàEscasez de recursosàAumento precio alimentos
² Estancamiento económico y tensiones sociales
l Exceso de poblaciónàCaen los salariosàHambrunas
l Mantenimiento de presión fiscal + Hambrunas à Revueltas campesinas
l Época de guerras (Cien Años, 1338-1453) à Población deja de crecer
² La epidemia de peste negra
l Escasez alimenticia debilita a la población y la hace vulnerable a epidemias
l Peste bubónica (1348) à Población europea cae 30% ( se hace endémica)
² Efectos de la crisis demográfica
l Se invierte relación precio/salario à Cae precio alimento y crecen salarios
l Inicialmente, los señores intenta controlar salarios à Sublevaciones (sofocadas)
l Pero ante la secasez de campesinos, los nobles rivalizan por atraerlos
ü Aumenta salarios y eliminan servicios de trabajo àFin de la servidumbre
l Siglo XV: vuelve a aumentar población y nuevo ciclo de expansión económica